Momentos infaustos

Tal vez sea este el momento de recordar algunos de los momentos infaustos de esta Biblioteca, por las pérdidas que sufrió. Uno de ellos es el 7 de junio de 1671, día en que un dramático incendio arrasó gran parte del edificio y, aunque se salvó el Salón Principal, por diversas circunstancias perecieron un número superior a los 5.000 códices, entre ellos unos 2.500 árabes, latinos  unos 2.000; 650 griegos, 90 franceses, 40 hebreos, etc. Algunos de gran valor, como el "Lucense", célebre códice de Concilios Visigóticos; un ms. griego iluminado que contenía las obras de Dioscórides; la voluminosa "Historia Natural de las Indias", en 19 vol., del toledano Francisco Hernández, que comprendía la fauna, la flora y costumbres de Méjico, iluminadas con sus propios colores, etc.

La Guerra de la Independencia supuso otro duro revés para la Biblioteca escurialense, ya que a finales de 1809 todos sus impresos y manuscritos fueron trasladados a Madrid, con intención de llevarlos posteriormente a Francia. Al parecer  la persona a la que se confió esta misión, el arabista afrancesado José Antonio Conde, logró salvarlos ocultándolos en el convento de la Trinidad, en Madrid, y cubriendo los cajones con montones de libros impresos. En el año 1810 los fondos de la Biblioteca escurialense fueron trasladados del convento de la Trinidad a la Biblioteca Real (hoy Nacional) de Madrid, y a ella quedaron incorporados. En 1814 , previa solicitud por parte de la comunidad de los Jerónimos, Fernando VII dispuso su devolución a El Escorial, a pesar de la oposición de algunos eruditos, entre ellos el bibliotecario mayor de S.M., D. Juan de Escoiquiz, que pretendían que los manuscritos quedaran definitivamente incorporados a la Biblioteca Real (=Nacional), accediendo sin dificultad a devolver los impresos.

En tales traslados se perdieron diversos códices e impresos que hoy es difícil determinar con exactitud. Entre los más importantes códices desaparecidos en esta ocasión está el "Cancionero de Baena", que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de París ; el interesante libro orlado de pinturas aztecas, "Códice Borbónico", adquirido por la Cámara de Diputados de París en 1826 por 1.300 francos; dos "Evangeliarios griegos", lujosamente miniados, que hoy se encuentran en Londres y Nueva York. De modo que, según el inventario hecho en 1839, faltaban unos 20 mss. y 1.608 impresos.

Cerramos aquí el inciso sobre los momentos dramáticos de la Biblioteca escurialense, aunque sin olvidar que, si bien en menor escala, no fueron los únicos.

 

Ilustración: La imagen, situada en el friso inferior de la Teología, representa una sesión del Concilio de Nicea y a Arrio humillado a los pies del Emperador Constantino. Este aparece, a su vez, apartado de los obispo y arrojando al fuego unos escritos con “ciertas acusaciones de algunos obispos o querellas de unos contra otros” (P. J. de Sigüenza).
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