Índice del mundo conocido a mitad del XVII para conocimiento de todas las monarquías
Sebastián de Ucedo, Indice del mundo conocido por el qual se ve lo que el dya de oy poseen los emperadores y monarcas. s. XVII (1667). Descripción:[8] h.+221 f.+[1] h. : papel ; 330x200 mm. Enc. s. XVIII, en pasta goteada en azul del Taller de Juego de Pelota (1ª época, Carlos IV). Lomera lisa con paletas doradas simulando nervios y florones en entrenervios; al pie, cifra de Carlos IV en dorado: “IIII” ; doble tejuelo de tafilete rojo y verde: "UCEDO / INDICE / DEL / MUNDO", “M.S.” ; rueda dorada en cantos ; guardas de aguas. Procede de la biblioteca de Francisco de Bruna. Ex libris de Fernando VII con olim: IV-Y-1. Olim: 2-L-1
Signatura: II/58
Procedencia: Colección Bruna, ingresada en 1807 en la Librería de Cámara
Sebastián de Ucedo (1610-1688), nacido en Alessandria pero de familia castellana, se desempeñó largos años como alto oficial real en el Milanesado desde principios de los años treinta. Introducido en la Contaduría General de la gobernación, pasó a la secretaría de Guerra y en 1652 a ser secretario de la cancillería secreta milanesa. Su cénit se produce en los sesenta con el acceso a la Contaduría Principal del Ejército, situando además a sus hijos en la administración lombarda. Al final del reinado de Felipe IV fue además legado diplomático en Bramdenburgo. Todos esos años supo manejar a los gobernadores generales del Stato de Milán aunque chocó con fuerza con el marqués de los Balbases en los meses de 1668 en que ejerció de tal. Pero le protegió con efectividad un sucesor poderoso, el duque de Osuna (1671/73). También tuvo oposición entre las élites locales lombardas, de gran influencia, y al cometer irregularidades en la Contaduría militar se le acusó de fraude y malversación, cayendo desde entonces en el Milanesado no en desgracia pero sí en postergación.
En paralelo a esa trayectoria, fue un relevante teórico político, elogiado por Nicolás Antonio. A Ucedo le preocupaba la formación del gobernante barroco, cuestión que aborda en El Príncipe deliberante abstracto en idioma castellano, de 1670, que tuvo éxito. La obra que nos ocupa, Índice del Mundo…, nos aporta información de todo el orbe que era conocido a mitad del XVII y no solo trata de América, sino que también de otros continentes como Asia, África, y de naciones determinadas muy dispares, como Arabia o Alemania entre muchas otras. El índice se presenta por apartados de materias clasificadas por orden alfabético y dedicó la obra al marqués de Aytona, don Ramón Guillén de Moncada, miembro de la Junta de Regencia tras la muerte del rey Felipe IV y mayordomo mayor del rey niño. Fue impreso en Milán en 1672, siendo escrito en esos años de postergación referida, en concreto en 1667. No es manuscrito de trabajo, es copia en limpio de entonces,lo que se corrobora por la mano, tan de la época, seguramente para presentación de alguna autoridad gubernativa. Aparte, tradujo algunas relevantes obras de pensamiento político-moral del idioma francés, en esos años, y en ellas se trasluce el patronazgo de Osuna. El trasfondo de todas estas obras más que de erudición es formativo, y enlazan con la corriente novatora, preilustrada, ya detectable en eruditos de entonces como el marqués de Mondéjar y otros.
Procede el manuscrito de la biblioteca de Francisco de Bruna y Ahumada (1719-1807), que fue oidor de la Real Audiencia sevillana y persona erudita con gusto por la cultura grecolatina clásica, como muestran muhcos de los impresos que tuvo y algunos notables manuscritos. Buena parte de su librería ingresó en la Real con Carlos IV y pronto se les quitó el pergamino que lucían como encuadernación para ponerles una característica pasta goteada, durante la primera época del taller de juego de pelota, y la cifra real del monarca al pie, como es el caso. Se adquirió por Carlos IV una parte selecta de esta biblioteca, muy escogida, doscientos veinticinco impresos y treinta y cinco manuscritos, al morir en 1807, por Ramírez Alamazón, bibliotecario de cámara. Fue objeto este fondo de muy cuidado catálogo editado por Patrimonio Nacional (1999), Los Libros de Francisco de Bruna en el Palacio del Rey. Veinte años antes, en 1979, hizo una aproximación al fondo la bibliotecaria de la RB Carmen Morales con el texto Sobre algunos libros de la Biblioteca de Francisco de Bruna.