COLECCIÓN GONDOMAR (FONDO GRANVELLE)

La colección Gondomar-Granvelle está constituida por un fondo relevante de impresos y manuscritos en el que destaca el fondo epistolográfico. En los años noventa fue catalogado en su totalidad el relativo al primer conde de Gondomar, don Diego Sarmiento de Acuña. Destacado embajador de Felipe III en Londres, este fondo se forma con unas dieciocho mil cartas, y constituye uno de los principales depósitos epistolares europeos, en particular, cuando se le suma otro fondo epistolar de alta significación, el del cardenal Antoine Perrenot de Granvelle, canciller de Carlos V y Felipe II, centrado en materias de Estado. Éste no se halla en el índice de la gran biblioteca gondomariense de 1623, hoy en la BNE (mss. 13593/94), pero entró con el resto, por lo que es factible lo adquiriera su hijo don Antonio, al fallecer don Diego en 1626, asimismo diplomático aunque legado, no embajador. Don Antonio estuvo activo como legado real en Besançon hacia 1640, cuando se dispersan las colecciones granvelianas en la capital borgoñona.


Iniciada la biblioteca gondomariense a partir de los años ochenta del XVI, reunió asimismo un conjunto notable de atlas donde se hallan representaciones americanas, pero en lo manuscrito precisamente destacan determinadas cartas de geógrafos y cronistas de Indias, además de otras sobre el peligro de la acción inglesa en América por parte de corsarios como Raleigh. Ingresó el fondo gondomariense en la Real Biblioteca en 1806 tras un largo periodo de demora pues se adquirió para Carlos IV siendo Príncipe de Asturias.

 

 

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