Contra 'las doctrinas' de los eclesiásticos regulares
Juan de Palafox y Mendoza, Obispo de Osma. Doctrinas de los regulares de Indias. s. XVII (1669-1670). Descripción:[1] h.+95 f.+[2] h. : papel ; 215/320x150/247 mm. Pasta goteada con tejuelo en lomera de la primera época del Taller de Juego de Pelota.
Signatura: II/2000
Procedencia: Colección Palafox, ingresada en 1785 en la Librería de Cámara
Este volumen procede del Legajo 6 simanquino de papeles de Palafox llegados a la Librería de Cámara. Se centra en la cuestión referida de “las doctrinas” de los clérigos regulares pero centrada en los franciscanos solo. Fue muy ruidoso el choque con la Compañía pero el de los franciscanos, objetivamente, no lo fue menos, implicando incautaciones diversas de bienes. Este volumen es ya de 1669/70, cuando se seguían emitiendo documentos por los largos pleitos a que dio lugar la acción palafoxiana de un cuarto de siglo antes, en este caso es un expediente sobre 34 doctrinas apropiadas a los franciscanos en los Obispados de Puebla, Durango y Yucatán. Es un expediente de autos judiciales obrantes en la Cámara del Consejo de Indias, reinstaurada en 1644 por el conde de Castrillo y que era instancia superior para este tipo de pleitos.
Asimismo hay papeles sobre las doctrinas que tenían los franciscanos en Nueva Vizcaya y la provincia de San José. Son originales y copias.
Los jesuitas tenían fama de elitistas, pero los franciscanos novohispanos en realidad no estaban lejos de serlo. Primero, para ingresar en la Orden se exigían largas pruebas concretadas en extensos expedientes de admisión y ello evidenciaba que los solicitantes no raramente eran de familias acomodadas e influyentes pues tenían dichas familias relevantes conexiones con las cúpulas gubernativas locales en amplios territorios. Esto se ha analizado en el caso de la jurisdicción franciscana del Santo Evangelio de México. Detrás de los intereses materiales de la Órdenes estaban asimismo el de estas familias por tanto, lo que no gustaba nada al prelado pues en su criollismo manifiesto era más partidario de abrir los grupos de poder, pensando que así se beneficiaba a la propia Monarquía, renovando dichas élites con la incorporación de locales ascendentes, de familias comerciales y burguesas urbanas, ajenos a las castas tradicionales familiares.