El gobierno del Perú a mitad del XVIII
José Antonio Manso de Velasco, Conde de Superunda. Relación que escribe el Conde de Superunda, Virey del Perú, de los principales sucesos de su Govierno. s. XVIII (1763). Descripción:[13] h.+580 f.+[3] h. : papel ; 300x200 mm. + [8] h. pleg., con un plano; Enc. s. XVIII, tafilete rojo; en planos orla de encaje en hierros dorados, lomo con nervios, cuajado, cortes jaspeados en rojo.
Signatura: II/2067
Procedencia: Secretaría de Gracia y Justicia de Indias, ingreando en 1807 en la Librería de Cámara
José Antonio Manso de Velasco, conde de Superunda (1689-1767) fue gobernador y capitán general de Chile, además de presidente de su Audiencia antes de ser virrey del Perú entre 1745 y 1761, en un gobierno inusualmente largo para un virreinato. Sin duda, la experiencia chilena que duró siete años le avezó en las grandes cuestiones decisorias y fue muy positivo al fundarse bajo su gestión hasta nueve ciudades nuevas y ser reformada urbanísticamente Santiago de Chile, aunque el Perú tenía por su propia entidad problemáticas aumentadas. Además, tuvo que asumir grandes retos sorpresivos como el fuerte terremoto limeño de 1746 que causó además un maremoto. Su trayectoria urbanística chilena fue así capital para superar la grave situación, aunque fue muy intenso el esfuerzo, y, agotado, tras pasar los setenta años de edad ya, solicitó a Fernando VI antes de 1760 su relevo.
Aparte las graves consecuencias del terremoto y maremoto hubo de abordar cuestiones como las reformas de las Casas de la Moneda de Lima y Potosí y otras materias de la Real Hacienda como el estanco del tabaco. Además, se enfrentó a neutralizar rebeliones locales de naturales indígenas. Aprobó ya su regreso a España Carlos III, siendo premiado antes con su título nobiliario ganado a pulso. Pero tuvo la desgracia al regresar de que estando en Cuba hubo ataque inglés y hubo de asumir la defensa sin éxito, al contar con mal aprovisionamiento y tropas en mal estado militar, por lo que tras más de dos meses de estar sitiada La Habana hubo de rendir armas. Preso, fue entregado a la Corona por los británicos y ya tan mayor se le sentenció en un Consejo de Guerra promovido por el conde de Aranda, adversario suyo en la corte. La sentencia fue dura pues conllevó varias penas pero murió en breve tras la sentencia, en 1767.
La presente relación manuscrita es una copia de 1763 centrada en sus labores gubernativas en el Perú, tomada de papeles originales suyos que a buen seguro han de hallarse en el Archivo General de Indias. Se inicia con la relación o instrucción general que dejó a su sucesor Amat. Sigue otra relación de su actuación dirigida a S.M. en 1751 por orden del marqués de la Ensenada, donde recoge toda la acción posterior al terremoto y siguen otras informaciones documentales sobre diezmos eclesiásticos, misiones jesuíticas con comunidades locales, más noticias de dichas comunidades, estado de la Real Hacienda peruana en 1760, y hay un plano levantado tras hacerse la nueva fortaleza del Callao, recogiendo los vestigios anteriores al terremoto.
Las relaciones virreinales de gobierno son fundamentales para ver en perspectiva los períodos gubernativos de los virreyes pues suelen recoger diversas materias, tanto aspectos civiles como eclesiásticos, problemas de la hacienda, industria, administración de justicia, correos, reformas urbanas etc. Lo testimoniado en concreto en estos papeles de gobierno por Superunda -se le dio este título por salir airoso a la situación costera por el maremoto que se produjo, “sobre las ondas del mar, super onda”-, son de especial interés al reflejar el estado del muy importante virreinato peruano justo antes de iniciarse las reformas carolinas bajo la idea del “proyectismo americano”, tan presente en la mentalidad ilustrada de gobierno indiano en el reinado del tercer Carlos.