Guatemala a fines del XVII en completa perspectiva
Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, Recordasión florida: discurso historial natural, material, militar y político de el Reyno de Goathemala, a el rey de las Españas don Carlos segundo nuestro señor y rey del Imperio de las Indias. s. XVII (1690). Descripción: [8] h.+227 f.+[13] h.+[5] h. planos : papel ; 315x219 mm. Enc. s. XVIII, en pasta tachonada. Lomera con seis nervios con rueda de cordón dorado ; casetones de doble filete dorado decorados con pequeños hierros dorados de motivos vegetales ; tej. de tafilete rojo: “FUENTES / HISTORIA / DE / GOATHEM”. Rueda dorada en cantos ; guardas de aguas. Ex libris real de la época de Fernando VII, con olim: IV-D-2. Olim: 2-K-2.
Signatura: II/1416
Procedencia: Pbte. directa del autor a S.M.
Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán (1642-1699), nacido en tierras guatemaltecas, fue un historiador, cronista, capitular y funcionario real. Fuentes y Guzmán descendía por línea paterna de los primeros conquistadores, de los llamados “venerables”, y en un grado relevante. Estudió con los jesuitas latinidad y otras humanidades, hasta 1658/59. Luego fue regidor perpetuo en su natal Santiago de Guatemala, teniendo otros cargos en el ayuntamiento, y fue alguacil mayor en la Audiencia y en lo militar alférez real.
Pese sus ocupaciones institucionales sacó tiempo para la escritura, y en 1675 ya publicó un romance dedicado a Carlos II y después una obra Norte político, que reunía y comentaba los privilegios concedidos a su localidad natal. Sobre 1680 empezaría a escribir lo que sería su obra más importante, Recordación de Florida, manifestando al inicio del manuscrito el porqué era necesaria escribirla, formando una primera parte de ella. Quince años después de trabajo y escritura, en 1695, Fuentes solicitaría al Real Consejo de Indias que fuese nombrado cronista del reino, algo que no sucedería. Envió una copia de su obra a España, fruto de que hoy en día la conservemos en la Real Biblioteca. Posiblemente no se remitiera a instancia oficial sino directamente a la persona del monarca, a Carlos II, a quien dedicó la obra, buscando su gracia regia en la petición indicada. Lo cierto es que no consta ninguna procedencia concreta por lo que así hubo de ser.
La obra fluctúa entre la historia, la crónica y la descripción geográfica como señala su título pues es en efecto historia, natural, y descriptiva en lo militar y político, es decir, en sus defensas y gobierno. Trata así de los pueblos locales prehispánicos, a la vez que aporta datos de acontecimientos sucedidos en el siglo XVI y XVII bajo el gobierno hispano. Sobre la geografía del reino también dedica gran parte del escrito, acompañado de descripciones de los habitantes según las áreas, del desarrollo tanto arquitectónico como artístico, y aborda las fiestas religiosas y civiles. Para la documentación de los señoríos indígenas anteriores a la colonización tuvo que manejar varios manuscritos como una relación que hizo Gonzalo de Alvarado y otras fuentes locales, como el Manuscrito Xecul o Titulo Ahpopqueham, ambas fuentes desaparecidas. Se sabe que obtuvo información de veintidos sitios arqueológicos y dos paleontológicos para documentar lo prehispánico, aunque no lo hace de modo panegírico ya que presta una especial atención a la conquista y glorifica los hechos de armas de los primeros conquistadores frente a la antigua civilización maya. Pese a esto, esta gran obra suya se aprecia hoy en día como una reivindicación de lo criollo guatemalteco, en visión patriótica.
Coexisten dos manuscritos de la Recordación de Florida, el presente en la Real Biblioteca y el conservado en el Archivo General de Centro América, en Guatemala. El que se comenta no presenta una parte sucesiva, compuesta tras 1695 y que supone un tercio más de extensión, ya que continuó la obra, siendo por tanto aparentemente anterior. Su interpretación del pasado prehispánico fue influyente hasta el siglo XIX y aunque luego han sido desmentidas observaciones suyas por las investigaciones científicas contemporáneas, no es posible estudiar sobre Guatemala en los siglos XVI y XVII sin tener en cuenta la Recordación de Florida de Fuentes. Aparte los textos noticiosos, incluyó varios mapas y planos: un mapa del área de Yucatán, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, y planos de la ciudad de Guatemala, otro del valle donde se sitúa la capital, otro de una ciudad antigua, Tecpan, y un dibujo de una planta que sana el mal de la retención de orina. Una edición del manuscrito palatino hizo el erudito Justo Zaragoza en 1883 y de toda la obra se hizo edición en 1932/33, en tres tomos, aparecidos en su país y que es la edición de referencia para estudio.