La navegación primigenia en el Pacífico por Urdaneta, padre de la ruta del Galeón de Manila
Andrés de Urdaneta (O.S.A.). Relación de los sucesos de la armada del comendador Loaisa a las Islas de la Especiería o Molucas en 1525 y sucesos acaecidos en ellas hasta el 1536. s. XVI (1580). Descripción:[1] h.+75 f. +[1] h. : papel ; 305x205 mm. Enc. s. XIX, en pasta de árbol. Lomera lisa, con paletas simulando nervios, florones en los entrenervios ; tej. de tafilete rojo: “RELACIÓN / DE / INDIAS”. En el plano anterior, super libros real de Alfonso XIII y en dorado: "Biblioteca de S. M.". Cantos dorados ; guardas de aguas. Ex libris real de la época de Fernando VII, con olim: VII-B-2. Olim: 2-K-3
Signatura: II/1465
Procedencia: Biblioteca del Colegio Mayor de Cuenca, ingresada en 1806
Andrés de Urdaneta (1508-1568), vasco de Guipúzcoa, fue primero capitán de navío y luego fraile agustino, cosmógrafo y navegante. En este manuscrito, redactado en 1580 por otro autor, aunque con textos muy de primera mano salidos de Urdaneta, se narra primero en relación aspectos de las islas de Cuba y Santo Domingo y un naufragio de un maestre llamado Juan Mateo. Luego ya se narra la expedición a las islas de la Especiería (Molucas) en 1525 por la armada del comendador Jofre de Loaysa, en la que el vasco iba, partiendo de La Coruña y siendo muy joven. Gracias a su viveza se logró contactar con jefes tribales, frente a los portugueses. Pronto murieron Loaysa, Elcano y Salazar, comandantes de la expedición y en 1527 asumió el mando Carquizano, falleciendo igualmente. Supo Urdaneta negociar con los portugueses asimismo, hasta que la expedición de Saavedra les socorrió al año siguiente.
Hasta el año treinta y seis pasó por diversas vicisitudes, como ser preso de los lusitanos o tener que aprender lenguas nativas. Su carácter observador le permitió conjeturar una serie de conclusiones sobre las islas Molucas el tiempo que residió allí. Conclusiones acerca de las costumbres, idiomas y vocabulario y sistemas comerciales. En 1529 los españoles abandonaron finalmente las Molucas a manos de los portugueses por un tratado firmado en Zaragoza. Reunió materiales de interés de la expedición pero al llegar a Lisboa se los robaron. Pero presentó informes de todo lo sucedido al Real Consejo de Indias, muy apreciados por su importancia, como recogió Fernández de Oviedo, al que trató. Regresó a América y tras vivir en Nueva España se cree participó en expediciones por el Pacífico en los años cuarenta, y consta ejerció de corregidor incluso.
Tras hacerse agustino en 1553 mantuvo contactos a efectos de nuevas expediciones en el Pacífico y en una de 1559 participó, impulsada por el virrey novohispano Velasco a la que se sumó como cosmógrafo, aunque hasta 1564 no partió, bajo el mando de Legazpi, llegando a Filipinas y al regresar, ejerciendo de piloto, llegó a Acapulco la expedición tras avistar antes la California, siendo el primer tornaviaje que unió Nueva España con las Filipinas. Otros pilotos dejaron además constancia de la derrota seguida. Urdaneta fallecería en Nueva España en 1568, tras regresar antes a la península, tras una vida de aventura expedicionaria en el mar impresionante.
El manuscrito no narra la expedición del tornaviaje pero es de sumo interés para la navegación en el Pacífico en las primeras décadas del XVI. Procede de la biblioteca que fue del Colegio Mayor de Cuenca en Salamanca pero no regresó a la ciudad del Tormes con el resto de casi todos los manuscritos de los colegios mayores para la Biblioteca Universitaria en 1954, por razón que se desconoce. Tal vez se quiso dejar testimonio de este fondo con algunos pocos de los casi mil cien que lo formaban.