Sobre la construcción de la Catedral de los Ángeles (México)

Juan de Palafox y Mendoza, Obispo de Osma. Carta de Juan de Palafox a S.M. en que refiere el estado en que se halla la obra de la Catedral de los Ángeles. s. XVII (1640). Descripción: [3] h., 320x245 mm. 

Pertenece a: [Colección de papeles relativos a don Juan de Palafox y Mendoza]. Descripción:  s. XVII (1633-1694). Pasta goteada con tejuelo en lomera de la primera época del Taller de Juego de Pelota.
Signatura: II/1981, f. 49r-51r
Procedencia: Colección Palafox, ingresada en 1785 en la Librería de Cámara

Juan de Palafox y Mendoza (1600-1659) llegó a Nueva España como visitador regio y obispo de Puebla de los Ángeles (Tlaxcala), la más relevante diócesis virreinal tras la de México, y de la que también sería Arzobispo electo al igual que brevemente virrey.  Siendo uno de los consejeros de Indias, y antes fiscal, más activos y propositivos en las sesiones el Consejo, se le vio por su valedor Olivares y el presidente conde de Castrillo, su verdadero patrón, como idóneo para solventar las problemáticas que afectaban al virreinato, y por ello se le envió como obispo visitador a Nueva España, cuya capital méxica ya había tenido un episodio insurreccional en 1624 contra el entonces virrey, el marqués de Gelves, tras choque con el Arzobispo. Se envió a Palafox para evitar, con el fortalecimiento de la autoridad de realengo, se repitiese esa grave situación de debilidad pero la gran confrontación que tuvo con los fuertes poderes autóctonos tanto civiles como eclesiásticos lo impidió.


En paralelo a grandes cuestiones de gobierno en que hubo de ocuparse don Juan, una de sus acciones más fructíferas fue la de la obra de la catedral de Puebla, su sede, en la que se implicó nada más llegar. La catedral está bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, siendo la España de la época gran defensora de este dogma. Fue consagrada en 1649, sin rematar, cuatro años antes que la propia catedral de México. Se inició en 1575 pero el impulso final de Palafox fue decisivo pues estaban paralizadas las obras en 1640 desde 1618, pero consiguió el obispo una real cédula de Felipe IV ordenando se acabaran las obras bajo la supervisión de Palafox, que lo hacía cada semana, trabajando en las obras unos 1500 oficiales y peones. Las torres, tan monumentales, son posteriores a Palafox. Hoy es la catedral Patrimonio de la Humanidad.


En la presente carta refiere la cantidad de dinero gastada en la obra de la Catedral de los Ángeles hasta entonces y la importancia que tenía su construcción para la diócesis. Además, ofrece datos de estimación de cuando se cree que la obra puede terminar y la polémica que esta obra levantaba. Palafox elevó la nave central dotándola de más luz y grandiosidad. En efecto, pronto, por su carácter y acciones decisorias, se posicionaron en su contra diversos poderes novohispanos de fuerza en la sociedad. Éstos aprovecharon las obras catedralicias para atacarle asimismo pues recaudó dinero de los poblanos con intensidad y subió determinados diezmos para las obras, aunque al final sería su verdadero legado junto con la gran biblioteca episcopal conocida aún hoy como Biblioteca Palafoxiana y que fue la primera biblioteca pública americana.
 

Carta de Palafox sobre la construcción de la Catedral de los Ángeles

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