Una extensa crónica de las Indias escrita con detalle y pluralidad
Pedro Fernández del Pulgar, Historia General de las Indias. S. XVII (ex.)-XVIII (in.). Descripción: 5 v. (vol. I: 458 f.; vol. II: 449 f.+ [1] h.; vol. III: 315 f.; vol. IV: 301 f.; vol. V: [12] h.+308 f. [1]h.) : papel ; 308x208 mm. Foliación moderna a lápiz salvo en Vol. V, que es a tinta de la época. Enc. s. XIX, en pasta de árbol, del Taller de Juego de Pelota (2ª época, Fernando VII). ; planos con rueda dorada ; lomera lisa con paletas doradas simulando nervios y rosetones; doble tej. de tafilete rojo: "PULGAR / HISTORIA / DE LAS INDIAS” y verde con numeración. Guardas de aguas. Cortes amarillos jaspeados en azul. Cantos dorados. Olim: 2-Y-7
Signatura: II/2528 (v. 1)
Procedencia: Biblioteca Gondomar, ingresada en 1806 en la Librería de Cámara
Fernández del Pulgar (1621-1697) era un canónigo estudioso nacido en Valladolid y que llegaría ser cronista de las Indias, sucediendo a Antonio de Solís desde 1677, llegando a ser cronista mayor de Indias nueve años después. Para ello logró llamar mucho la atención de los poderes políticos su vida de Cisneros aparecida en 1676, con gran eco. Continuó las Décadas de Antonio de Herrera (1549-1626) desde 1555 hasta 1584, empezando en la Década IX, siendo una obra histórica con carácter de crónica. La presentaría en varias ocasiones según iba aumentándola al Consejo de las Indias, aunque quedaría inédita dada su gran ambición compositiva, manejando su muy amplia biblioteca. Pudo haberla publicado en vida pues obtuvo las aprobaciones, pero su afán de mejora continua lo impidió. Está dedicada al marqués de los Vélez, don Fernando Joaquín Fajardo, siendo presidente del Real Consejo de Indias entre 1685 y 1693.
Se trata de una crónica de unas nueve mil páginas fruto de una gran labor compilatoria. Dicha labor es lo que hace que el manuscrito sea una visión globalizadora y con numerosas materias. Aprovecha la extensa obra para combatir contra las falsas crónicas, llamados entonces y después falsos cronicones, desmintiendo hechos y errores que se vertían en distintas crónicas americanistas anteriores. El autor dividió la obra en cinco libros, llegando hasta la Década XI. El primer libro trata del descubrimiento, el segundo de las bulas alejandrinas y el reconocimiento pontificio de la soberanía castellana, el tercero de la acción gubernativa de Colón y sus sucesores en los primeros tiempos, el cuarto de Hernán Cortés y la conquista de Nueva España, y el último de la del Perú.
Se centra en la América hispana, su descubrimiento y conquista, con la virtud de recoger numerosos puntos de vista de la epopeya americana, no solo los más exaltadores, aunque fue muy vindicatorio de la conquista americana y de la labor de los españoles, como se evidencia además en su La historia verdadera de la conquista de Nueva España por Don Fernando Cortés, cuyos hechos heroicos se describen hasta su muerte, vindicando los hechos de los españoles, formada por dos volúmenes que quedaron también manuscritos. Intentó contrarrestar los efectos en la opinión pública europea de la leyenda negra. Su última dignidad eclesiástica fue la de canónigo magistral de la sede de Palencia, por lo que su perspectiva siempre fue muy eclesiástica.
Esta copia se acabó, por la mano que tiene, ya en el XVIII y pasó a la biblioteca vallisoletana fundada por el primer conde de Gondomar, por lo que hubo de ingresar en época de la propiedad de los marqueses de Malpica.