Plazo para realizar el expurgo

MD/H/210:

Biblia sacra : ex postremis doctorum omnium uigiliis ad hebraicam ueritatem & probatissimorum exemplarium fidem : cum argumentiis, indice [et] hebraicorum nominum interpretatione … Lugduni: apud Hugonem á Porta, 1542

La Inquisición daba sesenta días a partir de la publicación de un libro para que se procediera a su expurgo. El 10 de octubre de 1555 anota Pedro de Tapia, secretario del consejo de la Inquisición, que puede disculparse el hecho de que se haya incumplido el plazo para la corrección con tal de que se devuelva el ejemplar debidamente corregido a su dueño:

«En la villa de Valladolid a 10 dias del mes de octubre de mill y quinientos y cinquenta y cinco el Illustrisimo don Fernando de Valdes arzobispo de Sevilla Inquisidor apostolico General […] dio licencia y facultad a qualquier sacerdote para que pueda absolver a la persona cuya es esta biblia de qualesquier censuras en que oviere yncurrido por no la aber corregido y enmendado dentro de los sesenta días que por su señor illustrisima estaba proveido y mandado y asi mesmo para que se pueda corregir y enmendar conforme a la censura que cerca dello esta mandado publicar y que corregida se buelva a su dueño. Pedro de Tapia”

De hacer el expurgo se encargó el licenciado Guigelmo un mes después. Tachó de forma ilegible una veintena de pasajes: «Notario y manifiesto esta a todos como en la villa de Valladolid a doze días del mes de noviembre de mill y quinientos y cinquenta y cinquo años el licenciado Guigelmo inquisidor vi y corregi la biblia. Licenciado Guigelmo».

La biblia perteneció a la princesa doña Juana de Austria (1532-1573) y es posible que ya estuviera en su poder en 1555 porque asumió la regencia del país el 12 de julio de 1554 por lo que en 1555 ya estaba en Valladolid. Años después, ya en el Convento de la Descalzas la abadesa Juana de la Cruz debió de tener dudas sobre su licitud. Para resolverlas, le envió a fray Jerónimo de Hiedra el ejemplar y este se lo devolvió con una nota que lo daba por bueno al haber sido ya corregido en su día:

«Esta biblia que me inbió la Señora S. Juana de la abbadesa del monasterio real de las descalças de Madrid, he visto; y con la licencia que dio el illustrisimo señor don Fernando de Valdes para que se expurgase, y con la expurgación que de ella se hiço, puede leer la cualquiera persona en buena conciencia. En Santo Thomas de M. 24 de septiembre 1622. Fray Geronimo de Hiedra».